LA LEYENDA DEL HERRERO DE ORO
En un pueblo muy pequeño al Norte de la Britania vivía un atractivo muchachote que se llamaba Tony.
Su familia era de origen humilde y no conocía lo que era el lujo ni los caprichos. Tony nunca había ido más allá del bosque que rodeaba a su aldea. Se encontraba feliz rodeado de sus paisanos siendo el herrero del lugar, y sus trabajos eran considerados como verdaderas obras de arte.
Pero llegó un día en que, para Tony, la rutina de todos los días no era suficiente. Sintió un cambio en su interior, y tuvo la necesidad de conocer otros lugares y visitar otros mundos.
Tony se despidió de su familia y amigos, y su padre le hizo prometer que regresaría a su pueblo cargado de oro y de riquezas. Su madre en cambio le cogió las manos y le dijo: “…Ve tan lejos como te lo pida el corazón…”
Tony se despidió de su familia y amigos, y su padre le hizo prometer que regresaría a su pueblo cargado de oro y de riquezas. Su madre en cambio le cogió las manos y le dijo: “…Ve tan lejos como te lo pida el corazón…”
Encontró el manantial del oro, y hasta las mujeres que halló eran de ese precioso metal. Vivió mil aventuras que lo formaron y enriquecieron como persona.
Y –para colmo- se dio cuenta que de su garganta salían unas melodías prodigiosas. La música y el canto se convirtió en su vida y miles de personas se agrupaban a su alrededor para escucharle
“…Gold, always believe in your soul...”
THE END