Hacía mucho que Iflyforyou no compraba los derechos de una serie de la BBC en exclusiva para este blog, pues bien esta semana lo hemos conseguido con un magnífico Tony Hadley en el papel de un joven heredero de un reino perdido en el corazón de Inglaterra.
La serie viene avalada por el gran éxito obtenido en su país de origen y esperemos que guste tanto como allí, a los espectadores de este humilde blog.
Así que sin más preámbulos, Iflyforyou presenta A Mr Hadley en
EL HEREDERO PERDIDO
El joven Hadley había crecido rodeado de riquezas y parabienes . Era el heredero al trono de Islingthon, un pequeño reino en el corazón de
Gran Bretaña, y sus padres no habían escatimado lujos ni caprichos en su educación, sabedores de que en un futuro no muy lejano su hijo se convertiría en Anthony Hadley I , el
heredero que haría legitima la continuación de la dinastía Hadlyana.
Desde había sentido niño el peso de la corona sobre sus hombros y
no pudo disfrutar de una infancia normal propia de un muchacho de su edad, para
él todo fue una férrea educación, al mismo tiempo que se le
consentía en su más mínimos deseos. El heredero
se fue convirtiendo poco a poco en un ser déspota y orgulloso como un
dios. Su tremendo porte y su
extraordinaria belleza contrarrestaba con su actitud altiva para con sus súbditos y
paulatinamente el príncipe se convirtió en un personaje que más que amado era
temido.
No obstante, no se podía tapar el sol con un dedo, y todas las
muchachas de su reino contenían suspiros de amor cuando le veían pasar porque
era tan apuesto que sentían celos de
hasta el aire que respiraba. Pero, lo cierto, es que estaba prohibido amarle.
Ni siquiera se atrevían a mirarle a los ojos.
Y el príncipe fue creciendo y se convirtió en el joven más fastuoso
de su reino pero también en el más vanidoso y cruel de cuantos monarcas ha
tenido la tierra.
Pero hete aquí que el
destino manejó sus hilos caprichosos y su pequeño reino fue invadido por sus
vecinos los escoceses. Al principio el joven heredero lucho junto a sus hombres
como el más fiero león y el mejor soldado de sus filas,
pero los escoceses le
ganaban en número y armas, y tras morir su padre –el rey- en la batalla,
decidió sucumbir ante su enemigo.
Afortunadamente su madre no fue testigo de esta derrota pues
les había dejado este mundo antes de la conquista escocesa. Con todo el dolor
de su corazón firmó un tratado de paz con el nuevo gobernante de Islington y
partió con su vanidad hundida y un fuerte dolor en el corazón.
La monarquía Hadlyana había desaparecido y, tras la muerte
de sus padres,se encontró sólo en la vida. Ya no tenía súbditos a quien mandar
ni órdenes que dar. Ni siquiera sabía a donde dirigirse. El joven Hadley, por
primera vez en su vida, se encontraba perdido y la soledad invadía su mundo.
Aquellos con los que había sido cruel, ahora le negaban su ayuda. Aquellos que
antes le lanzaban sonrisas falsas, ahora le devolvían insultos y agresiones.
Así que, sumido en la más absoluta pobreza , abandonó el lugar donde nació y se dispuso a vivir una
nueva vida alejada del amor y del cariño.
Cabalgó durante días sin un rumbo fijo y encontró una cabaña
habitada por un hechicero.
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Un inciso porque llegado este momento del relato Iflyforyou sino lo dice revienta: creo que no existe en este mundo alguien tan perfecto y tan divino como Tony Hadley en esta foto. |
El heredero no conocía de la existencia del brujo, pero los
ciudadanos de su reino le temían al mismo tiempo que le respetaban. El mago, sonrió al verle, había visto en el
fondo de su caldero que ese era el día que iba a recibir al joven príncipe, así
que sin ningún tipo de miramiento le dijo:
- - Sabía que vendrías Hadley, así que si hoy
quieres comer limpia toda la cabaña, vete al río a por agua y plancha todo ese
montón de ropa.
El heredero no daba crédito a lo que oía, nadie en su vida
le había llamado Hadley sin el sir o el mister delante, pero lo cierto es que
hacía ya tres días que no había comido y decidió hacer lo que el hechicero le
decía.
Fue muy duro para el muchacho enfrentarse a la auténtica
vida, esa en la que no sé nada entre plata y oro, y día tras día se fue
acostumbrando a sus tareas. Sentía que ya no era el mismo.
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Muchísimas gracias a nuestra TRUE por esta imagen, gracias primita!!!! |
Una mañana le dijo el hechicero
- - Hadley veo que has cambiado tu actitud y ya no
eres tan altanero. Creo que estás preparado para recibir el auténtico oro de la
vida. Tu, aunque no lo sepas muchacho, tienes el don más maravilloso del mundo.
El joven príncipe le miró extrañado, hacía mucho tiempo que
él había perdido todos los dones que tenía y no creía que fuese merecedor de ningún
tipo de gracia especial.
- - Así es – continuo hablando el mago- no me mires
así. Tienes un precioso don: allá donde vayas la gente te va a amar con todo su
corazón. Y tu a cambio les devolverás su
cariño con el canto de tu prodigiosa voz. Creo que ya estás preparado para
partir. Afortunadamente ya nada queda de ese joven príncipe caprichoso, ahora
tengo frente a mi a un monarca –un hombre- que va a partir para hacer feliz a
sus súbditos.
Ambos se fundieron en un fuerte abrazo, y el joven Hadley le
dio las gracias por sus enseñanzas.
Partió de inmediato y en cada pueblo que paraba todos sus habitantes dejaban de trabajar para escucharle cantar. Su voz era la mejor medicina
para el descanso, y su melodía se metía en sus corazones.
Tal como había
predicho el mago, todo el mundo amaba a ese hombre. El heredero recibía
continuas muestras de cariño y allá por donde pasaba entonaba la mejor canción
de su repertorio.
Hasta que un día llegó a su pequeño país de Islington, ese
del que salió hundido y derrotado. Encontró a sus ciudadanos felices, los
escoceses hacía mucho que se había ido y todos vivían en paz y en armonía.
Creyó que no le iban a reconocer, pero no fue así. A su alrededor se congregó
una gran multitud con unos rostros felices de haber recuperado a su príncipe.
Todos sentían que el joven heredero había cambiado.
Hadley pidió perdón con
lágrimas en los ojos y se puso a cantar delante del que había sido su palacio.
Su voz era cálida, a veces susurrante y otras veces poderosa, y era tan
armónica que el reino parecía estar viviendo un embrujo de felicidad. El
heredero miraba las caras de sus súbditos y se sentía querido, nunca antes
había tenido esa sensación con su pueblo, y se encontraba realmente feliz.
Al terminar la canción le llevaron hasta su palacio de su
reino pues volvió a gobernar en Islington como el querido y amado rey, Tony
Hadley I .
Fue un monarca justo y piadoso, y en su reino no hubo ninguna guerra
más porque todo se resolvía con la música y con su voz.
Hadley fue muy querido durante toda su vida y el nunca se
olvidó de cantar a su pueblo todos los días una hermosa canción.