El señor de Capesthorne Hall

Iflyforyou ha vuelto a vivir la magia de Tony Hadley en directo, y aunque a veces los sentimientos no se pueden expresar con palabras, he intentado transmitir todo lo experimentado un maravilloso 23 de julio de 2011. El escenario del concierto me trasladó a pleno siglo XIX, donde los lores se codeaban con los sires y el movimiento romántico se embutía de belleza, arte y pasión. De lógica es que enmarquemos en este contexto a nuestro Tony, que una vez más volvió a decir al mundo QUE ES EL NÚMERO, LA INDISCUTIBLE VOZ, Y EL ALMA QUE ENVUELVE CUALQUIER CANCIÓN.

Por todo ello, Iflyforyou os presenta su particular versión de ese día mágico en Inglaterra

El señor de Capesthorne Hall

La mansión de Capesthorne Hall se alzaba en un bello paraje de la campiña inglesa en pleno corazón del condado de Macclesfield. La robustez de la casa señorial compartía en armonía las formas de la naturaleza que tan del agrado eran de su propietario.

 La familia Hadley había echado raíces en esas tierras durante varias generaciones y su joven dueño, sir Anthony Patrick - conocido por todos como el señor de Capesthorne Hall-, era admirado por su belleza y por su refinado gusto musical. 

Un día, paseando a caballo por sus posesiones, decidió organizar una velada musical en sus jardines.

Pensó en el sábado 23 de julio como el día perfecto para reunir a sus amigos, e invitar a los lugareños de las aldeas cercanas. 
Pero los ecos de tal evento no se quedaron sólo en tierras inglesas, una sencilla aldeana española- conocida por sus amigos y familiares como Iflyforyou- al leer en la gaceta la futura velada en el castillo, decidió dirigir sus pasos ante tamaño espectáculo. 

El camino hasta el condado de macfield no fue fácil pero las ganas de disfrutar del arte en estado puro pudieron más que las adversidades. 

Tras vender sus pocas posesiones Iflyforyou logró su ansiado deseo y cuando llegó a los terrenos que lindaban con la mansión, recogió triunfante la invitación al baile para tan espectacular velada.

Mientras tanto el señor de Capesthorne Hall se erigía como el anfitrión perfecto para sus amigos: el duque de Cox (Peter Cox) el barón de Fry (Martin Fry) y el vizconde de Astley (Rick Astley) llegaron puntuales a su cita y degustaron un exquisito brandy que sir Anthony tenía reservado para sus animadas reuniones entre gentlemen.

La charla entre caballeros era amena y entre los cuatro decidieron el repertorio musical, mientras Iflyforyou esperaba impaciente a que se abrieran las puertas de los jardines, y su rostro reflejaba toda la emoción que su cuerpo podía soportar. Había escuchado los rumores de la belleza sin igual del señor del castillo y para sí reconoció que su corazón latía muy deprisa.

A las cinco en punto de la tarde el mayordomo de Capesthorne Hall abrió las puertas, y Iflyforyou encaminó sus pasos hacia el templete de música construido para el evento. Consiguió un buen sitio, la primera fila en la parte izquierda del escenario, su dicha era tal que la felicidad le brotaba por las orejas.

Sus ojos querían abarcarlo todo y los aldeanos compartían con ella risas, vino y hogazas de pan. Pues era costumbre degustar de un buen picnic para hacer más grata la espera. 

El sol estaba más radiante que nunca queriendo unirse al entusiasmo del día, los nubarrones se habían quedado atrás y el señor de Capesthorne Hall sonreía satisfecho mientras se preparaba en sus aposentos. Nada podía fallar en ese día tan especial.
 

Iflyforyou sonreía satisfecha, por fin iba a volver a ver al noble del que hablaban todas las gacetas, al hombre que era un piropo en sí, al gentleman porque el que había recorrido media Europa para oírle cantar.

Así que, una vez que los otros lores se presentaron y se unieron con sus voces a la velada, Iflyforyou sintió que la aparición de Sir Anthony Patrick estaba muy próxima. Admitió que las piernas le flaqueaban y la sangre le bombeaba con un rítmo vertiginoso. Por ello, cuando el vizconde de Astley anunción al señor de Capersthorne Hall ( a nuestro Tony) con estas certeras palabras: TONY HADLEY THE PROFESIONAL, en la garganta de Iflyforyou se formó el mayor grito que sus pulmones podían soltar. Y cuando le vio tan elegante, no hay nadie como Sir Tony para llevar un traje gris con su camisa blanca, creyó estar a punto del desmayo.

El paraíso volvía a estar muy cerca de Iflyforyou.
El show comenzó con un dueto entre el vizconde de Astley y el señor de Capesthorne Hall, para dar paso a uno de los tres cuartos más gloriosos de Tony en el escenario. Aunque, en honor a la verdad, Tony siempre está pletórico.

Y en ese momento cuando Tony comenzó a entonar las primeras notas de "Feeling Good" Iflyforyou volvió a cumplir otro de sus sueños. Escuchar a Sir Tony esa canción, una de sus canciones, le hizo olvidar durante un instante el resto de la vida. Le quitó de un plumazo los agobios, las penas y los disgustos, y sólo fue Tony, mucho Tony,Tony por siempre. El mundo se paró mientras Tony cantaba.
Ya sólo le quedan a Iflyforyou dos sueños "cancioneros" escuchar a Tony en directo, a ser posible, el "In the ghetto" de Elvis y el " I who have nothing" de Tom Jones. ¡¡Quién sabe, muchos sueños se cumplen!!

Y mientras el señor de Capersthone mostraba todo su poderío y su fuerza en el escenario, Iflyforyou no podía dejar de mirarlo. Su embrujo era tal, y su vitalidad era tan grande que a veces le venían a la cabeza las imágenes de los ochenta cuando jugaba con el micro y derrochaba el mismo espíritu que derrocha ahora.
Iflyforyou no parpadeaba ni un segundo, escuchaba cada canción como la primera vez y afirmaba una y mil veces que Sir Tony es puro ARTE.

El señor de Capersthone estaba divino y fue alternando repertorio Spandau con canciones de toda la vida. El "Only when you leave" volvió a sonar en el corazón de Iflyforyou, intercalándose ese derroche de voz con el "That´s life" o con la marchosa "Predict a riot".
Sir Tony disfrutaba en el escenario, jugueteaba con las primeras filas y hacía alarde de sus grandes dotes de seductor.
A veces, Iflyforyou lo tenía tan cerquita, que parecía que se le desgarraba el alma.


Iflyforyou se puso tan nerviosa en esta foto que desgraciadamente no pudo sacarlo de cuerpo entero. El cruce de piernas y su pose de don Juán será algo que nunca olvidaré



Inclusive Sir Tony demostrando un acto de galantería, tan asiduo en él, vio que Ifliforyou tenía la cámara de fotos preparada, y al acercarse al lado del escenario donde ella estaba se mantuvo parado unos segundos para que  pudiera hacer bien el inmortal retrato.

Iflyforyou adoró al señor de Capersthone, como siempre y más lo había adorado, y levantó su pulgar para darle las gracias.

Esa es la foto que siempre recordará la sencilla aldena

¡¡¡Ayyyy Todo un gentleman en el escenario!!!, ¡¡¡Y QUE GENTLEMANNNNNN!!!

La velada salió redonda y el señor de Capersthorne Hill no podía estar más dichoso. Los fuegos artificiales fueron el broche perfecto de luz y de color para tamaño espectáculo. Con Gold fue el acabose, lo sobrenatural, la presencia del dios en el escenario, el señor del castillo haciendo gala de su presencia y de su voz. Con el "Gold" final, ese con el que Sir Tony llega a tocar las nubes, Iflyforyou brivó como nunca.
La apoteosis............... con Tony en el escanario y en el recuerdo una de las veladas más mágicas vividas por Iflyforyou.

Y mientras los jardines de  la mansión de Capersthone Hall se iban desalojando, Iflyforyou sólo podía dar gracias. Gracias a Sir Anthony Patrick por el modo que se entrega en cada actuación, por la fuerza y la pasión que pone en cada nota, por cómo empatiza con su público, por cómo nos hacer sentir felices, y por todo el arte que derrocha.

Gracias Tony por hacer de ese 23 de julio en Capersthone Hall uno de los días más felices de mi vida.

(Y de nuevo gracias a mi hermana porque se embarca en casi todas mis "locuras", aunque...¡¡¡Benditas locuras!!!)

Ah y en esta ocasión gracias a mi cámara nueva por las fotos del evento.

P.D La vuelta al condado de Macclesfield  fue dificil, la verdad es que fue tremendamente dificil. Pues al desconocer las costumbres de los ingleses no habíamos alquilado un taxi de regreso, y si no llega a ser por la seguridad del concierto "Los hombres de Tony" que nos encontraron a una pareja para compartir un taxi, todavía estaríamos allí muertas de frío pero con el corazón caliente por haber visto a esa maravilla en el escenario

Así que muchas gracias a esa pareja de ingleses que fueron encantadores y la señora nos confeso que amaba a Tony Hadley toda su vida. "Pues ya somos dos", le contesté, y el taxi se lleno de gritos y risas por Tony. TONY FOREVER fueron nuestras palabras de despedida. ¡¡¡ Qué mejor que utilizarlas como broche de fin de fiesta!!!

I FLY FOR YOY MISTER HADLEY. ES USTED MUY GRANDEEEEEE. ES DIVINOOOOOOO

TONY FOREVERRRRRRRR