Tony Hadley: el rey de oros

Muchas veces se ha comentado en este blog que Tony Hadley es de oro puro. Iflyforyou nunca se cansará de decir -mientras  tenga aliento- que Mr. Hadley es Golg-regold y supergold, pero aún a pesar de que hay razones poderosas para atestiguar estas palabras, Iflyforyou ha buceado entre los escritos más antiguos, ha investigados en las más ancestrales mitologías, ha compartido con expertos del tema...y ha llegado a una verdad soberana...Tony Hadley es de oro puro macizo (sobretodo por lo macizorro que está) pero también está estrechamente vinculado con el monarca del oro, con el REY MIDAS, quién sino. 

Así que sin más rodeos Iflyforyou presenta esta semana dentro de su sección

"Cuentos y leyendas de la antigüedad": El rey del oro. O lo que es lo mismo cuando el Rey Midas supo que era Tony Hadley.

Esta es la leyenda

Midas fue un rey de gran fortuna que gobernaba el país de Frigia. Vivía en un hermoso, pero aislado castillo, rodeado de grandes jardines y tachonado con poderosas nubes. Era poseedor de cuanta riqueza anhelaba, aunque su dicha no era plena pues todos los días los pasaba en soledad. 

Nadie podía asombrarse de su belleza- que era descomunal-, nadie podía elogiar su poderoso atractivo y nadie podía empezar el día con una de sus mágicas sonrisas. Porque Midas era el único habitante de su castillo. 

Pero el rey no se amilanaba y abordaba el día de una manera muy particular, comenzaba sus días contando monedas de oro, se bañaba en oro, se cubría con todas sus riquezas y hasta creó una cerveza de oro.

Cierto día, el dios Dionisos (el dios de la fiesta y la celebración) paseaba por las tierras de Frisia. Cansado decidió dormir en los jardines del rey Midas, y el divino Midas allí lo encontró.

 El apuesto soberano ante la alegría de hallar a un amigo le invitó a pasar unos días en su palacio. 

Pasaron tan buenos ratos que el dios de la fiesta y el regocijo quiso concederle un deseo a su anfitrión: 
- Pide por esa boca Midas, que se te concederá 

El apolíneo rey, que adoraba el oro, levantó la voz y pidió su deseo: 
- Deseo que todo lo que toque se convierta en oro. 

Dionisio, haciendo uso de su experiencia, alegó: 
- ¿Seguro que deseas esto? ¿Tan feliz te hace el oro? 
Antes de que me contestes quiero que abras tu corazón, te olvides del oro, y sepas las maravillas que puede haber en la vida. Yo como dios de la celebración y la fiesta te digo que.... ¡Abre esas orejas tan maravillosas que tienes con esos exquisitos lóbulos y escucha!....... 

De repente Midas notó un sonido melódico y la música invadió su palacio 

El rey midas estaba perplejo 

- ¿qué es esto tan extraordinario?

Miraba al cielo en un intento por atrapar tan mágica melodía. 

Midas cerró los ojos y sintió cómo la música se le metía dentro. Y sonrió, era la primera vez en su vida que el oro no ocupaba todos sus pensamientos.

-Tu crees Dionisios – dijo el monarca- que podré acompañar la música con mi voz.

- Inténtalo. Le retó Dionisos.

-Pero no se me ocurre nada.

- ¡Ay Midas!, no te gusta tanto el oro, pues canta una canción para tu preciado metal.

El rey Midas, sin ni siquiera saber si tenía una bella voz o no, relajó sus músculos y comenzó a entonar un poema al oro

gold 
always believe in your soul 
you've got the power to know 
you're indestructible 
always believe in, because you are 
gold 
glad that you're bound to return 
there's something I could have learned 
you're indestructible, always believe in 

Dionisos que sabía de fiesta y artisteo, no pudo sino maravillarse ante tamaño despliegue de arte. Lo que el rey Midas había hecho no sólo era cantar, sino que había acariciado las palabras, había dado el énfasis justo y había demostrado que tenía un prodigio de garganta.

Todavía titubeando el dios de la fiesta dijo:

-No pidas más oro Midas, porque tu garganta es oro.

El rey Midas se encontraba en tal estado de felicidad, le había gustad tanto cantar que atropelladamente le interpeló a Dionisos. 

-¡Oh dios de la fiesta!, ayúdame a salir de esta jaula de oro, ayúdame a huir de este palacio. A partir de este momento mi vida es la música y quiero cantar delante de cientos de personas -

Tienes todo mi apoyo Midas, pero para serte sincero hay algo que no funciona….

Dime gran Dionisos, no me tengas en ascuas.

-Es.... tu nombre, no te veo cantando ante miles de personas – pues tal será tu fama y ese será tu público, con ese nombre. Debes pensar otro.

Y el rey Midas pensó y volvió a pensar….y cuando parecía que no hallaba el nombre adecuado, se levantó y con una sonrisa le preguntó al dios Dionisos 

-¿Qué te parece...el nombre de... Tony Hadley?

Y Dionisos supo que Midas había encontrado el más bello nombre para tan perfecto hombre.

Y Tony Hadley, antiguo rey Midas, tuvo una carrera llena de éxitos,con su voz de oro,

 que hoy todavía continua, y cuando canta Goooooooold ante las Señoras Hadley éstas le guiñan el ojo y le dicen: 

El oro eres tu Tony, Gold del bueno, Gold para toda la vida. Gold de mil quilates. Gold-regold y supergold. Eres nuestro Rey de Oros.