Iflyforyou no puede dejar de leer las aventuras de Lord Hadley, esta semana una nueva entrega del Míster, esta vez, como un perverso marqués que nos lleva a las pasiones más profundas de su corazón.
Si os ocurre lo que a Iflyforyou abrid la primera página y comenzad a leer:
Lord Hadley, mi perverso marqués
De nuevo una serie de época irrumpe en nuestra más rabiosa actualidad. Iflyforyou ha conseguido los derechos de esta producción que ha causado un gran escándalo allá donde se ha emitido.
Si a esto se unía que tenía el don de encandilar a cuanta mujer cayese en sus brazos, podemos afirmar que su nombre se veneraba en los ecos sociales, y su imagen era el reflejo de un conquistador afamado.
El joven lord no conocía de escrúpulos y su única ética se centraba en la mujer que esa noche iba a ocupar su lecho. Por descontado desconocía lo que era el amor, pues su vida se regía bajo los patrones de la lujuria y la diversión.
Su fama era tan grande, y tan justa, que no conocía límite.
Ocurrió que una inocente y simplona joven, pero de gran fortuna, se quedó encandilada con el marqués. La chiquilla tan sólo suspiraba por ver sus ojos, observar de lejos su porte, y le venía la fiebre si algún día tuviese la osadía de tocarlo. Lord Tony se percató del interés de la muchacha y habiéndose asegurado de su linaje y de su gran fortuna, decidió lanzarse sobre su presa sin ningún tipo de remordimientos.
Pero los hados no estaban de su parte y ocurrió que el día de la boda más que un día de alegría se convirtió en un día de luto. Resultó que el nuevo amigo del Lord Tony no era sino el hermano de su futura mujer, y cuando se encontraron cara a cara estalló el escándalo.
Tony Hadley se mete en la piel de un marqués sin escrúpulos, un hombre que vive en pecado y que hace de la lujuria su razón de vida. En esta ocasión Tony cambia de registro prometiendo grandes sorpresas.
Tras arduas negociaciones Iflyforyou presenta:
Mi perverso marqués
Entre los miembros de la alta sociedad londinense del sigo XIX, Tony Hadley era, lo que se solía llamar en los círculos más elitistas....un libertino. Su principesco porte y su irradiante belleza hacían de él uno de los caballeros más deseados de cuántos han poblado la tierra.
Si a esto se unía que tenía el don de encandilar a cuanta mujer cayese en sus brazos, podemos afirmar que su nombre se veneraba en los ecos sociales, y su imagen era el reflejo de un conquistador afamado.
El joven lord no conocía de escrúpulos y su única ética se centraba en la mujer que esa noche iba a ocupar su lecho. Por descontado desconocía lo que era el amor, pues su vida se regía bajo los patrones de la lujuria y la diversión.
Lord Tony era de familia aristócrata, del marquesado Hadley,¡ de los Hadley de toda la vida!, y las mujeres fuesen de la condición que fuesen suspiraban por él. Muchas veces cuando hacía acto de presencia en las fiestas se creaba un coro de susurros que le apodaban como "el perverso marqués". Inclusive las altas damas más atrevidas le miraban a los ojos y con sonrisa pícara le decían "mi canalla".
Su fama era tan grande, y tan justa, que no conocía límite.
Lo malo es una vida tan disoluta como la de Lord Tony acarreaba dos grandes problemas: uno era su padre -El márques de Hadley- que no compartía sus diversiones y le escandalizaba su estilo de vida, y dos, la fortuna del joven amante se iba agotando a pasos agigantados.
Ocurrió que una inocente y simplona joven, pero de gran fortuna, se quedó encandilada con el marqués. La chiquilla tan sólo suspiraba por ver sus ojos, observar de lejos su porte, y le venía la fiebre si algún día tuviese la osadía de tocarlo. Lord Tony se percató del interés de la muchacha y habiéndose asegurado de su linaje y de su gran fortuna, decidió lanzarse sobre su presa sin ningún tipo de remordimientos.
Le ponía poses galantes, la desnudaba con pasionales miradas y tímidamente tocaba sus manos haciendo del arte del galanteo la mejor de sus armas.
Conocedor de su prodigiosa voz un día se le declaró entonando unos versos que decía haber compuesto para ella, cuando en realidad era la tonada que cantaba para todas sus conquistas.
Pasion take the Wind
…
La muchacha no podía ser más feliz, pues no sólo iba a poseer al HOMBRE sino que también sería la dueña de la voz más maravillosa que nunca antes había escuchado. Lord Tony se mostraba amoroso con ella pero sin desperdiciar ninguna ocasión ante el resto de damas.
Pero, en una de esas noches su deseo pudo más que la cautela y se despidió de su prometida, posando sus castos labios en la frente, para lanzarse a los pecaminosos vicios de la noche. Lord Tony era el maestro del engaño y le gustaba alardear de sus devaneos.
Con más de una copa en el cuerpo comenzó a entablar conservación con otro joven de buena familia que acaba de llegar a la ciudad. Ambos lores festejaron su recién estrenada amistad con sendas copas del mejor vino y tras contarle el marqués sus perversos planes, en relación a la inocente y poco agraciada muchacha, brindaron por esa infeliz que le iba a hacer inmensamente rico.
Lord Tony echo mano de todo su repertorio de seducción y esquivo los puñetazos de su ahora enemigo, el hermano de la chiquilla. Ella no pronunció palabra y se encerró en una habitación de la que no volvió a salir más. Cuando derribaron la puerta encontraron a la novia con una soga al cuello y una hoja escrita a sus pies que decía “mi perverso marqués”
Lord Tony no pudo vivir con la culpa, la cara de la muchacha se le aparecía entre sueños y todas las noches se sumía en febriles pesadillas. La familia de la chica juró venganza pero las autoridades consiguieron tapar el suicidio ante el buen nombre de los Hadley.
El marqués no hallaba refugio en las mujeres, sus dotes de seductor parecían haberse esfumado, y su vida vagaba por un purgatorio donde no encontraba consuelo.
Sin tener esperanzas de salvación ingresó en un monasterio donde estaba decidido a pasar el resto de sus días. Su vida cambió radicalmente, se levanta a maitines y con apenas tres horas de sueño, cantaba oraciones por su salvación. En realidad el marqués lo que quería era pagar su penitencia y cantaba de sol a sol mientras trabajaba en el huerto o hacía las labores cotidianas.
Un día cuando entonaba una bella canción escrita por él (Love is all) , el reverendo padre se le acercó y le dio a entender que debía de volver al mundo:
“Hermano Tony, privar al mundo de la belleza de tu canto y de la hermosura de tu porte es el verdadero pecado. Has aprendido una lección, hijo… y a partir de ahora estoy seguro que utilizarás tu poder de seducción y tu apasionamiento en un bien común para la humanidad”
Y lord Tony, antaño el marqués canalla y perverso, dejo las murallas del monasterio y se lanzó al mundo con la mujer que más amaba, con su única compañera…”la música” y siguió seduciendo, engatusando y embelesando a sus admiradoras con el poderoso don de su garganta.
Tony Hadley comenzó su peregrinaje y hasta hoy duran los ecos de la más bella y seductora voz que han poblado los caminos……
Fin de la primera temporada, esperamos impacientes la segunda.
Desde luego el DON LITERARIO que tienes es increible, me encantan las frases utilizadas y que ademas le vienen como anillo al dedo JI JI ese aire de malvadillo... Yo no se de donde las sacas pero da igual lo importante es que me haces meter en esa increible historia de verdad llena de vitalidad y realismo .. No dejes nunca este vuelo sabes que de vez en cuando siempre te lo digo.. ok... Un besazo y me ha encantado
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