La leyenda de El Chacal

Esta semana Iflyforyou recupera una de las secciones de este blog y se vuelve a dar un homenaje con esos videos míticos que han marcado nuestra historia Spandaubalera.
¿Os acordáis de ese Tony en Comunication que parecía sacado de una peli de cine negro? Ese video es un clásico de nuestras retinas, y en concreto, Iflyforyou, ha perdido la cuenta de las veces que lo ha visto. ¡Ya era hora que tuviese un lugar en este humilde blog!.


Así que sin más demora Iflyforyou dentro de su sección de "Historias que nacen a partir de videos de la edad dorada de Spandau" presenta.....


LA LEYENDA DEL CHACAL

¡¡¡Madre míaaaa con El Chacal!!!

La historia que os vamos a contar ahora se ubica en el Londres de los años ochenta. Esos años en los que la capital del reino era un encuentro de modernidad y de cultura alternativa, pero también era un hervidero de espionaje, de traiciones y de mercenarios que se alimentaban del crimen con el único propósito de enriquecer su bolsillo.

El Gobierno británico tenía que poner fin a todo eso y tuvo que recurrir a tretas, no muy legales, con fin de terminar con el dominio del hampa en sus calles.

Cuentan que la Dama de Hierro en persona quiso contactar con El Chacal, célebre asesino a sueldo que sólo apretaba el gatillo si la causa era noble y la venganza tenía su justificación.

 El Chacal era un especie de Robin Hood que se regía por su propia ley con un tino inigualable y un estilo impecable. Era conocido con ese sobrenombre por su exahustiva preparación física, su tremenda agilidad y por marcar su terreno de una manera muy minuciosa. Al Chacal le gustaba trabajar sólo y esa fue la única condición que puso Mss Tatcher cuando ésta le quiso contratar para su gobierno.

En una reunión clandestina el Ministro le rogó acabar con el crimen organizado londinense eliminando a la banda más temible que contaba con su imperio en el Soho: los Crowely.


El Chacal tenía muy claro cual iba a ser su plan de acción. Todos se preguntaban cómo podía ser tan extremadamente bueno y tan profesional. Su astucia no tenía imitadores, nunca dejaba ni la más mínima pista para ser descubierto, y nunca había fallado su objetivo. Sus diparos eran tan certeros que ninguna presa había sobrevivido.

Pero el Chacal tenía una buena tapadera, lo que nadie sabía, ni siquiera ni una de sus numerosas amantes, era la doble vida que llevaba. 

Nadie se podía imaginar que  Tony Hadley, el cantante de Spandau Ballet, uno de los grupos con mayor éxito, se convertía en el más seductor asesino a sueldo por las noches.

Esa eran sus mejores bazas: su voz privilegiada y su matemática mente para planear sus acciones.

Y el encargo ya estaba hecho. Ese día El Chacal se levantó temprano pues tenía dos citas inaludibles con su destino. Por un lado su grupo presentaba en el Blitz una nueva canción ante su entregado público y más tarde tenía la misión de asesinar uno por uno a los míticos miembros de la banda del Soho.

El local estaba abarrotado, como ya era costumbre, y Tony Hadley salió con su porte arebatador al escenario. Cantó cómo sólo los GRANDES, saben hacerlo. Se entrego en cada nota, porque esa era su máxima, cada vez que salía a un escenario lo daba todo, porque....¿quién le podía asegurar que iba a volver a cantar en directo?

Tras acabar el concierto Tony Hadley ya no era Tony Hadley, desde ese momento se había convertido en El Chacal, y como asesino a sueldo que era, recibió la llamada que estaba esperando:

• Esta noche, en el Soho. 

No hacían falta más palabras El Chacal sabía a que garito tenía que ir y a qué personas tenía que matar. Así que comenzó su ritual: se colocó su cazadora de cuero, 

la cazadora de la suerte, preparó el arma del crimen a conciencia, y se aseguró de mirar varias veces el reloj antes de su misión.

El Chacal se metió en el coche y colocó el silenciador en su pistola. Pisó a fondo el acelerador y condujo como si fuese la última carrera de su vida.

Cuando llegó al local de los Hermanos Crowely miró a los lados y se situó frente a ellos. Sus disparos fueron tan certeros que se los ventiló de un plumazo. 

Rápido salió por la puerta de atrás y volvió al coche. Condujo veloz por las calles de Londres sabedor que tenía pegado a sus talones al resto de miembros de la banda. La carrera fue endiablada y poco a poco le iban cerrando el paso. Por primera vez en su vida El Chacal estaba en apuros, cerró los ojos y deseó estar en el escenario cantando Comunication, pero la realidad era bien distinta. Por mucho que aceleraba y callejeaba no conseguía deshacerse de sus perseguidores.

Temía por su vida y pensó que ese era su final, pero...curiosamente no estaba arrepentido de nada de lo que había hecho.

Él era El Chacal y mataba por la justicia.

Así que acorralado se dejo llevar por la situación y dirigió su coche hasta las frías aguas del Támesis, los disparos de sus perseguidores le silbaban sobre su cabeza y cuando uno de ellos le rozó en el hombre El Chacal se despidió de este mundo. Pisó el acelerador y cayó con su coche en el Támesis.

Los titulares fueron contundentes:

MASACRE EN EL SOHO
ADIÓS AL CHACAL, EL MÁS TEMIBLE ASESINO A SUELDO
GUERRA DE ASESINOS EN EL CORAZÓN DE LONDRES


....
Y el caso se cerró.
Tres meses después, la multitud se congregaba en el estadio del Arsenal porque los Spandau Ballet daban un concierto. Faltaba un cuarto de hora para el evento y los corazones de los espectadores parecían que iban a estallar por la expectación. Ya quedaba menos para asistir al comienzo de un gira: Trough the barricades, que tenía como punto de partida su London natal.
A las diez en punto de la noche, las luces se apagaron y un gran foco iluminó a su cantante....Tony Hadley que salió más guapo qué nunca con una voz a veces potente y otras susurrante llenaba cada rincón del estadio y derretía a los presentes. 

De su prodigiosa garganta salía la letra del Comunication, esa misma canción que había canturreado en ese coche antes de tirarse al Támesis. Esa canción que cantó El Chacal antes de morir.
Porque para todos, incluso para él, el Chacal había muerto. El Chacal significaba una vida pasada que no quería retomar. Había muerto en las aguas de ese río y allí se quedaría. Ahora era Tony Hadley el más grande cantante del planeta. El Gobierno también había dado el visto bueno para que esto ocurriese.
Tony Hadley mató a su chacal, y la música ganó a las armas. Y ....todavía hoy continua dando su magia por los escenarios.


Así termina la leyenda de El Chacal, que acabó con las mafias londinenses y que ahora se dedica a la música. No hubo otro asesino a sueldo cómo él, nadie le ganó en seducción, belleza y maestría, pero tampoco hay otro cantante en el mundo como él. Es el número uno de la música.


Nuestro Chacal-Hadley